Palabra de capitán de Mary Fort

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que leí en colaboración con la 
autora, a quien agradezco el envío del ejemplar en físico. Pero sobre todo, la confianza en mí por querer saber mis impresiones al respecto de la misma.

Por eso, no me voy a entretener mucho más en esta parte introductoria y prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Palabra de capitán escrito por Mary Fort:

SINOPSIS

Escocia fue su infancia, el océano su escape. En 1712, Rosaleen Menzies zarpa hacia América con el alma hecha trizas y una única promesa: nunca más permitir que el amor sea su ruina. En un mundo donde las mujeres deben esconder su fuerza, Rosaleen se convierte en un torbellino de dignidad y coraje que solo quiere sobrevivir... a la bestia.

Pero el destino tiene velas propias… y la dirige hacia William Thompson, capitán de la marina americana, con ojos tan tormentosos como sus secretos y un atractivo imposible de ser ignorado por cualquier mujer. Su mansión en Connecticut parece un refugio, pero debajo de sus muros se esconden sombras que aún respiran.

Cuando la pasión los arrastra, el pasado resurge con una sed ambigua. Verdades a medias, traiciones y un amor que podría costarles la libertad o la vida. ¿Podrá Rosaleen mantener a raya los fantasmas del hombre al que ha empezado a amar?

Porque la palabra sagrada de un capitán, no siempre brilla igual cuando el amor se transforma en parte de un juego de mentiras.

Un romance ardiente en tierras prometidas, donde el corazón debe elegir entre el deseo y la verdad.

OPINIÓN

En esta novela histórica romántica nos vamos a encontrar a Rosaleen y William y vamos a conocer cómo se enamoran. Y por eso, he de decir que no estamos ante la típica histórica romántica de la Regencia, porque va más allá. No solo por los protagonistas en sí, que también.

Sino por los temas que toca y sobre todo, por los giros argumentales y narrativos que sorprenden en más de un caso.

Y junto a todo ello, se incluyen una serie de temas susceptibles de ser desarrollados con más profundidad y que por eso, paso a relatar.

De entrada, el propio personaje de Rosaleen sirve para poner de relieve cómo, si bien la doble moral ha evolucionado desde entonces, la realidad es que aún hoy la mujer, como Rose que tiene una vida sexual activa o a la que han engañado los hombres para conseguir su objetivo es la que termina por cargar con la culpa, mientras que el hombre no sufre represalia alguna.

Y lo que es peor, una vez esa mala fama se le aplica, es bastante complejo que se le quite. Un estigma que la acompañará por y para siempre y que, es tan peligroso en el manejo de la presión que puede llevar a que se tomen medidas desesperadas y decisiones peligrosas. Como hace ella, emigrando y separándose de su familia para impedir que ellos también sufran esas consecuencias con el odio por asociación.

Rosaleen también es un personaje que me ha gustado porque es muy real, en el sentido de que se emociona demasiado pronto con todas aquellas personas que le prestan atención. Porque hay personas que son así. Y eso la convierte en una mujer muy cariñosa y sensible, pero también puede ser una característica un tanto peligrosa porque al emocionarse tan rápidamente, puede confundir sentimientos. Demostrando, nuevamente, que el ser humano tiende a tropezar más de una vez con la misma piedra.

Sin embargo, para nada es una mujer pusilánime o sin carácter. Porque sí que lo es. Y de hecho, lo demuestra en más de una ocasión durante la novela. Sin embargo, aunque al principio puede parecer contraproducente, la realidad es que entiendo que al principio, todos los avances de William - quien claramente muestra interés por ella desde el momento en que la ve - sean rechazados.

Eso sí, con esta premisa es una metáfora muy inteligente de la flor de la que toma el nombre, porque al principio es una rosa con espinas. O mejor dicho, le han hecho que sea así.

Pero es también por causa de William una novela sorprendente porque, las apariencias engañan y en realidad todos esconden secretos y traumas que no comparten con el resto de quienes están a su alrededor. Aunque bien es cierto que, en su caso, una vez llegan a América es un tanto un secreto a voces... que a mí me tuvo pensando mucho tiempo acerca de qué podría ser porque veía mucha inspiración en Jane Eyre de Charlotte Brönte, pero no estaba del todo convencida en si lo era o no. Y cuando digo todos los personajes, digo todos. Hasta los sirvientes.

Por supuesto, como os podréis imaginar, ese secreto será lo que termine por provocar las discusiones y los malentendidos incidiendo como siempre en lo importante que es la comunicación. Y en el poder que tienen las palabras, tanto para bien como para mal. Incluso cuando tienen buena intención, porque al final también hacen daño. Y sobre todo, porque la verdad siempre terminará por salir a la luz. E incluso, suele hacerlo en los momentos más inoportunos. Por eso, cuanto antes hablemos, por duro que sea el tema, antes evitaremos el desastre posterior.

Y esto, queda aún más que bien reflejado gracias al título de novela. Porque así, deja más que claro que él es un hombre de palabra. Y que la palabra, una vez dada, hay que cumplirla siempre. Hasta el final. Por mal que nos pese. O las consecuencias que no haberlas pronunciado podrían tener.

Sobre todo porque en el caso de William, era más que evidente que la quería. Sin embargo, acciones y emociones a veces no iban de la mano y por eso, más que darle el lugar seguro que ella necesitaba tras todas las malas experiencias y sinsabores, contribuían a aumentar esa baja autoestima y mala consideración de sí misma que tenía de sí misma. Haciendo alusión también a la importancia que tiene que tener el amor propio antes de querer bien a los demás.

Por eso, a veces lo amaba, pero otras no era santo de mi devoción... si bien su lucha interna era perfectamente entendible. Y también me provocaba sufrimiento.

Otros detalles que me han gustado mucho también es el de reflejar algunos detalles que también sucedían pero que no son tan habituales dentro de la novela romántica y que por eso, hacen reflexionar al lector. O al menos a convertir a la literatura en algo que trasciende un mero entretenimiento o hobbie.

Como por ejemplo, cómo se gestionaba la crianza de niños con necesidades especiales. Porque si difícil y duro es hoy a pesar de que es relativamente "fácil" conocer un diagnóstico, mucho más complejo era entonces. Sin embargo, me ha gustado mucho la delicadeza de la autora para con el personaje de Lisa y sobre todo, no caer en lo caricaturesco que un personaje así podría dar pie.

O por ejemplo, el tema de las enfermedades mentales que tenían que ver con lo puramente femenino. Como puede ser por ejemplo, la depresión post parto. Y cómo, al no saber la causa para poner remedio, el tema de la gestión de la misma se complicaba bastante.

Es una novela autoconclusiva, sí. Pero si sois lectores de la autora de hace tiempo, os vais a sorprender con el reencuentro de antiguos personajes de historias anteriores. Y hasta aquí puedo decir.

Un matrimonio que, pone de relieve la fiereza y la importancia de la amistad a la hora de defenderla. Más cuando al estar en otro continente, se ha separado de su familia y la echa tanto de menos. Y por eso, también me ha gustado mucho la sororidad que tiene hacia su vecina, porque se entienden, apoyan y defienden. Y así lo contrapone con otras mujeres con cierta importancia en la novela que sirven justo para poner de relieve lo contrario; cómo tendemos a considerarnos más enemigas que amigas, más cuando hay hombres de por medio.

Y sobre todo, cómo en más de un caso, nos aprovechamos de nosotras sabiendo de los sentimientos que podemos provocar en los demás para atraerlas y que se sumen a nuestra causa. Por eso, la intervención de las sirvientas y esa lucha de lealtades hacia uno u otro lado.

Es también donde hay escenas spicy, porque a veces el amor no, pero sí que se puede sucumbir a la pasión. Que una vez nos toca, nos arrastra.

Pero, dejando a un lado esas escenas, hay una preciosa historia de amor que incide en el poder que tiene el amor, que es como una rosa con espinas, bonito y a veces doloroso. Pero que, a pesar de eso, puede curar y volver a brotar, más bonito e intenso que antes. Basta solo con darle los cuidados y la atención que él y todos merecemos. Porque todos somos dignos de ser amados.

Y sobre todo, porque el amor es paciente y sabrá esperar el momento, para aparecer o reaparecer si fuera necesario. Además de que, si es sano jamás será motivo de vergüenza de nuestros seres queridos. Ya que todos nos equivocamos, sí. Pero un error no tiene por qué definir nuestras vidas por siempre. De ahí que el mensaje de perdón y redención para más de un personaje ha quedado perfectamente cerrado.

Por último, no puedo no hacer mención a la inclusión de más de un personaje nativo americano en la novela como secundario, lo cual ha estado muy bien traído en el argumento a favor de la sabiduría y el conocimiento de la naturaleza de la tierra en la que ellos vivían. Así que muy a favor.

Tanto que, he de decir que no me importaría que, en otra de sus novelas autoconclusivas de cara al futuro, se anime con un personaje oriundo de América. Ahí lo dejo.

Mientras tanto, como quien no quiere la cosa... voy haciendo hueco para Navidad. Como el Mercadona

¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!

¡Nos leemos pronto!




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