Mi pequeña Mon de Noemí Quesada
¡Buenas tardes!
La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que leí en colaboración con la autora, a quien le gradezco el envío del ejemplar en físico. Pero sobre todo, la confianza en mí nuevamente para que comparta mis impresiones al respecto de su última novela republicada. Porque, originalmente, esta novela fue publicada con editorial, pero ha recuperado los derechos y le ha dado un lavado de cara. Modificando incluso, algunas partes de la misma.
Por eso, no me voy a entretener mucho más en la parte introductoria de la novela y prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Mi pequeña Mon de Noemí Quesada.
SINOPSIS
Marion Buvé, o como ella prefiere que la llamen, Mon, siente que nunca ha llevado las riendas de su vida.
Ahora que se acerca a la treintena su cabeza es un mar de dudas, aunque sabe que tiene dos pilares fundamentales junto a ella: su gata Daisy y su amiga del alma, Lena. Sin embargo, su pasado sigue pesando, es incapaz de terminar filología francesa, su amiga se ha mudado a Barcelona y ella se encuentra perdida. Una mudanza junto a su hermana de vida le parece la mejor opción.Para intentar ayudarla, Lena acuerda una cita con su psicólogo, un chico que llamará la atención de Mon y que le hará enfrentarse a sus miedos.
En su nuevo trabajo, una cafetería de ensueño, Mon descubrirá que su jefe está como un tren, uno de esos que es imposible no mirar embobada.
Nicco la pone contra las cuerdas. Marc es la vía de escape perfecta.¿Será Mon capaz de superar sus traumas y elegir entre dos amores?
Nunca una elección había sido tan difícil.
OPINIÓN
Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha, he de decir una cosa. Y es que, el triángulo amoroso, como trope o cliché amoroso, no se incluye entre mis preferidos. Principalmente porque creo y considero que, no es algo que sea fácil de llevar o de gestionar tampoco. Y por eso, al final uno de los vértices del mismo siempre queda descompensado.
Sin embargo, ya sabéis que soy muy fan de Noemí y me llamaba la atención, amén de crearme una curiosidad horrorosa el hecho de saber cómo lo gestionaba ella. Así que, como también me gusta salir de mi zona de confort... aquí estamos.
En esta novela vamos a acompañar a Marion, Mon, en su viaje de autodescubrimiento y autoconocimiento vital. Y ahí, entre otras muchas cosas, se va a dar cuenta de que, la vida es mucho más difícil de lo que se había imaginado en un principio. Y además, que toda acción tiene su consecuencia, así que antes de tomar ninguna, debemos pensar muy y mucho al respecto de qué hacer.
Pero, además de esta premisa, se desarrollan otra serie de temas muy interesantes de desarrollar con más profundidad y por eso, paso a relatarlos.
De entrada, como ella es mitad francesa, mitad española tiene esa sensación de no encajar del todo en ninguna parte. Y por eso, como todos nos hemos sentido así en alguna ocasión, en este sentido, nos vamos a sentir un poco identificados con ella.
Junto a ello, su personaje refleja a la perfección cómo, las circunstancias en las que hemos sido criados, tienen un profundo impacto en nosotros. Porque, sin ser muy conscientes del hecho, la realidad es que los padres son el primer espejo en el que nos miramos y de ahí que, en nuestra mentalidad, los idealizamos. Y ahí está el problema, porque en cierto modo los convertimos en perfectos, cuando la perfección no existe. Por eso, tratar de perseguirla e intentar alcanzarla es una utopía que, lo que terminará por provocar es la infelicidad por no haber conseguido ese propósito y además, a posteriori también se darán cuenta del precioso y valioso tiempo que han perdido en esa persecución imposible.
Aunque, me ha gustado la crítica y la pulla que incluye la autora para con respecto de la situación de la pequeña Mon, ya que, los padres han de darse cuenta de que, los hijos son siempre la prioridad de la pareja, que no de su relación entre sí. Y por eso, en aquellos casos en los que no termine del todo bien, han de buscar su seguridad. Y bienestar, incluyendo ahí la felicidad de los mismos.
Porque si no, van a darse cuenta a posteriori del todo el daño que han causado, sin ser muy conscientes de ello. No han de usarse como arma arrojadiza. Así que por ahí muy bien.
Lo del viaje de Mon es literal porque, su vida está en pausa. No ha terminado sus estudios universitarios y no sabe si desea o no continuar por esa vía. De ahí que esté explorando posibilidades varias. Y puede parecer mal, pero no. Porque cada persona es diferente y por eso, tiene diferentes ritos vitales, así que no hay que imponer nuestro criterio a los demás. Amén de que, también podemos cambiar de opinión e idea a lo largo de nuestra vida.
Pero también, me ha gustado porque encuentra trabajo como camarera en una cafetería muy chic. Y ahí se pone de relieve también como la vara de medir al respecto de todos los empleos no es la misma. Porque aún seguimos pensando que el verdadero éxito de nuestras vidas está asociado con el dinero y a tener una buena posición económica. Y no es así, porque la verdadera riqueza de nuestras vidas se haya en las pequeñas cosas del cotidiano y que por eso, suelen tener valor inmaterial.
Amén de qué, no todo el mundo sirve para las mismas profesiones y hay que poner de relieve que, trabajar de cara al público tampoco es sencillo. Así que también por esa vía no ha estado de más el hecho de recordarlo.
Y relacionado también con el tema laboral, está la situación de la amiga de la protagonista, Lena. Una artesana autónoma y emprendedora que sirve también para poner de relieve las partes menos bonitas de ese emprendimiento y cómo, en más de un caso, el cliente no ve todo el trabajo que hay detrás de lo artesanal y únicamente se fija en su precio. Lo cual también dice mucho de nosotros, porque, a la hora de pagar determinados productos de una marca determinada, seguimos considerándolo caro, pero no nos escuece tanto el tener que hacer ese desembolso económico.
Además de toda esa crítica, también me ha gustado que Noemí se moje y continúe realizando un fiel retrato de nuestra sociedad acerca de las reticencias y malas opiniones acerca de los psicólogos, así como la poca importancia que le damos a la salud mental. Cuando debería de estar a la misma del resto de los profesionales médicos.
Sin embargo, como no nos gusta exponernos y abrirnos a los demás, por el tema del juicio externo, preferimos no hablar y guardarnos las cosas para nosotros mismos, en lugar de actuar. Provocando así que el problema se haga cada vez más grande. Cuando, justo es al revés, de cuando en cuando nos viene bien la perspectiva de una persona externa que incluso nos trate de forma directa - y no nos guste - para que sea justo el revulsivo que no sabíamos que necesitábamos. Y por eso, se entiende muy bien que, al principio la reacción y el comportamiento de Mon para con su psicólogo Nicco, no sea del todo la mejor.
Aunque, en su defensa he de decir que, como en el resto de relaciones que tenemos en nuestras vidas, hay personas con las que congeniamos más y otras con las que no congeniamos tanto. Por eso, aunque la cosa salga mal con un profesional, eso no quiere decir que todos no vayan a ser malos con nosotros.
Por todo ello, al final, lo que Noemí vuelve a demostrar es que la literatura es algo que trasciende un mero entretenimiento y por eso, se convierte en un arma de denuncia de aquellos aspectos y situaciones de nuestra sociedad que no son ni los más bonitos ni los más brillantes.
Junto a todo el tema crítico, es una historia de amor. Con el triángulo amoroso ya mencionado.
Por eso, Nicco es un personaje interesante porque, en más de una ocasión se crea una especial relación entre profesional y cliente. Amén de que, incluso haya cierto grado de platonismo entre ambos. Con lo difícil de gestionar que puede ser, ya que línea entonces es muy fácil de difuminar.
No es el primer motivo por el cual hay interés. Eso se debe a que él es un protagonista atípico. Por lo intenso del mismo. Una característica que también es complicada porque no estamos acostumbradas a ello. Por eso, la línea entre preocupación y agobio también es muy final. Y por no saber gestionarla, las relaciones terminan por fracasar. Incidiéndose así en la importancia de la comunicación. Hablada y escrita, de ahí lo importante que son los diarios para la historia.
En este caso, he de decir que me ha gustado que sea él quien tenga esta característica y que sea "inseguro" porque se introduce el tema de la masculinidad frágil y sobre todo, porque se suele pensar que este es un comportamiento típico de las mujeres en una relación y no tiene por qué. El concepto de cómo entendemos el amor y cómo gestionamos una relación es diferente para cada persona.
Eso sí, he de decir que, en su caso, también me ha faltado alguna que otra entrada personal desde su punto de vista para terminar de entender mejor el arco argumental de su personaje.
Salvando esto, la relación entre estos dos es también muy indicativa y sirve de precedente para que tengamos en cuenta que, a la hora de decidir dar pasos en una relación sentimental, son varias las cosas a tener en cuenta... más allá de una buena comunicación.
Y es que los dos han de estar implicados en el mismo grado a la hora de decidirse a dar ese paso. Porque, si no se hace... la realidad es que se inicia todo de manera descompensada y por ahí, se convierte en la crónica de una muerte anunciada.
Pero, eso sí, tampoco tenemos que olvidar que no podemos obligar tampoco al otro a que nos quiera como nosotros queremos que lo hagan. Porque eso también es un rasgo de un mal amor.
Sin embargo, si recordáis, esto va de un triángulo amoroso. Y ahí por tanto, entra de pleno Marc, el jefe exótico de la pobre Mon, quien, sin ser consciente de ello, también se convierte en su tabla de salvación. Amén de para servir, una vez más de un fiel reflejo y retrato de nuestra sociedad. La cual tiene tanto miedo del amor como de la comunicación. Sobre todo, por el tremendo poder que tienen uno y otro.
De ahí que, en más de un caso, preferimos no complicarnos demasiado la vida y tampoco implicarnos en exceso. Entrando de pleno otros modos y maneras de relacionarnos con los otros. Como pueden ser las relaciones sexuales. Aunque, eso sí, tampoco hay que desmerecerlas porque, a base de compartir esa intimidad, pueden aparecer otro tipo de sentimientos de un cariz bien diferente.
Y de nuevo, también tenemos que respetar el modo en que cada uno vive su sexualidad, porque si las partes implicadas están de acuerdo a la hora de experimentarlas así... no hay problema. Ese aparece cuando, puede haber más implicadas y no se les indica. Así que, por eso entiendo por qué Nicco se siente así de decepcionado con Mon.
Pero también entiendo a Mon, quien está perdida y por eso, usa a Marc, a la relación que le ofrece y a la tremenda química sexual que tiene con él, como vía de escape para evitar enfrentarse a su situación. Advirtiendo de este modo que, estas pueden ser adictivas. Y por ahí, un tanto tóxicas también.
Aunque al final, toda esta confusión y caos que ella crea en realidad, lo que oculta es que ella necesita en primer lugar, quererse a sí misma y ponerse como prioridad. A pesar de que sea considerada un tanto egoísta. Pero es que si no se quiere bien a sí misma, no puede querer bien a los demás. Y no puede actuar en consecuencia para asumir sus errores. O cerrar capítulos como el de su padre que, sin ser muy consciente de ello, le hacen daño aún.
Y por tanto, solo así, dejará de ser la pequeña Mon y pasará a ser Manon, arriesgándose a vivir. Y siendo feliz, que es el objetivo que todos debemos perseguir.
Por último, no puedo no concluir esta entrada sin decir que, creo que el vórtice del triángulo que se ha quedado suelto, a pesar del modo de vida que tiene y con el que es feliz, es un muy buen candidato para que se convierta en un futuro protagonista de próximas historias futuras.
Ahí lo dejo.
¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!
¡Nos leemos pronto!

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