Sin plan de juego (Corazones en juego 2) de Edine Mull
¡Buenas tardes!
La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de uno de los libros viajeros que han llegado a mi casa en días pasados. Y sí, ya avisé de que se iba a repetir la introducción. Pero, en este caso, es comprensible porque los dos volúmenes de la serie viajaron juntos.
Así que, como no ha pasado demasiado tiempo de la última opinión, no me voy a entretener mucho más en la parte introductoria de esta novela y prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Sin plan de juego, el segundo volumen de la serie Corazones en juego escrita por Edine Mull.
SINOPSIS
River Crawford vivía atrapada en una relación que no había elegido, una vida que la mantenía atada y sin salida.
Caden Hughes era defensa en la NHL, exitoso y admirado, pero su confianza se había roto tras una traición que lo había marcado.
Cuando se cruzaron, la chispa surgió en un encuentro explosivo, aunque ninguno estaba preparado para las consecuencias que eso traería.
River luchaba por seguir adelante, pese al miedo que la perseguía. Caden se resistía a dejar entrar a alguien en su mundo.
A veces, un encuentro fortuito basta para descubrir la pieza que faltaba en tu vida.
OPINIÓN
Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha, he de hacer un par de comentarios al respecto de esta obra.
En primer lugar, he de repetir el comentario al respecto de la portada. Porque, si en la anterior, me parecían adolescentes, aquí por los rasgos y la estética, me lo parecen aún más. Amén de que en este caso, yo a Caden le hubiera hecho más "malote" y por eso, hubiera incluido alguno de los tatuajes para identificarlo mejor con ese chico malo del deporte que, supuestamente, es.
Y en segundo lugar, he de indicar que, si bien es el segundo volumen de una serie, se puede leer de manera independiente porque la historia es autoconclusiva. Sin embargo, si yo fuera vosotros, los leería en orden porque los protagonistas de este volumen han sido secundarios en la anterior.
Y algo similar va a suceder con un secundario de esta novela de cara al futuro.
Pero, además, el título es de esos inteligentes porque, una de las enseñanzas que nos trae este libro es que, cada uno tiene sus ritmos vitales y decide cómo vivir su propia vida. Y por eso, empezar la casa por el tejado o vivir sin un plan de juego determinado, también puede ser positivo.
Junto a ello, esta historia también demuestra que, los amigos de mis amigos son mis amigos también. Y por eso, no conviene negarse nunca a la aparición y llegada de nuevas personas a nuestras vidas. Porque nunca sabremos cuán importantes podrán llegar a ser.
Entrando ya en materia de este par, aparentemente, podríamos calificarlos como dos opuestos que se atraen, que también. Sin embargo, la realidad es que ambos son más parecidos de lo que piensan. Al menos, en lo que al amor se refiere, del cual ambos desconfían.
Sin embargo, lo que esta novela también recuerda es que, no debemos afectar que el pasado nos afecte y gestione nuestras vidas, porque, el ser humano se caracteriza por evolucionar. En buena parte de los aspectos de sus vidas. Y ahí entra el amor.
Amén de que, tenemos que recordar que existen varios tipos de amor, además del romántico. Y que, si bien desconfían de ese tipo de sentimiento en particular, la realidad es que sí que saben querer. Al menos, a esa familia que han elegido. Como son los amigos.
De ahí que, he vuelto a disfrutar enormemente de la relación entre Caden y Jordan, y cómo, en este caso, se gestiona a la inversa.
Pero, en su caso también, me ha gustado ver cómo se pueden crear relaciones que van más allá del ámbito laboral. Y ahí entra Kai, el que a todas luces tiene pinta de ser otro de los protagonistas de la serie. El cual tiene un pasado un tanto misterioso, pero que a la vez pone de relieve la consideración que, generalmente la sociedad tiende a tener de las personas mayores. A las cuales ve como un estorbo por no ser del todo independientes. Y por ahí, como requiere compromiso y esfuerzo, además de un interés prolongado del cual no se le suele extraer un beneficio... tendemos a rechazarles. Cuando la importancia de los abuelos debería ser más grande, puesto que su sabiduría proviene de sus experiencias vitales. Y por eso, ya deberíamos aplicarlas a nuestras propias circunstancias. Amén de que, parece que se nos olvida que todos llegaremos a ese punto y que tampoco nos gustaría que nos trataran de ese modo.
De ahí que he amado la relación intergeneracional entre la abuela y el niño pequeño, porque sí que es cierto que se pueden crear vínculos y relaciones sin que haya relación familiar de por medio. Y además también es cierta esa idea de que los niños nos rejuvenecen siempre.
Retomo el tema del amor entre los miembros de una familia porque, esta novela realiza un homenaje más que merecido a los padres y madres solteros. Y a cómo, dado que el ritmo vital de nuestra sociedad es el que es, así de frenético, en más de un caso, la conciliación entre vida familiar y laboral no siempre es sencillo. Convirtiendo así a la paternidad en algo más difícil, si cabe.
Eso sí, cabe recordar que padre se hace y no se nace. Y por eso, siempre que hay un niño de por medio, este jamás debe ser usado como amenaza o arma arrojadiza, al contrario, ha de ser siempre la prioridad. Incluso en aquellos casos en los que la relación entre ellos haya llegado a su fin y no haya terminado de la mejor manera posible.
Pero también conviene recordar que, un hijo no es una solución mágica para una pareja que está teniendo problemas. Así que también hay que dejar de usarlos de ese modo. Y relacionado con eso también, una mujer no es menos que otra por el hecho de querer o no querer ser madre. Y que, como su cuerpo que es, está en ella siempre la opción y prerrogativa de querer cambiar de opinión al respecto. Eso sí, en cualquier caso, el resto de la gente ha de evitar realizar o no comentarios de este tipo acerca de este tema. Porque no siempre es un camino fácil el de la maternidad. Y por eso, al preguntar, incluso con toda la buena intención del mundo, estamos añadiendo una presión sobre ella que no le corresponde del todo tampoco.
Y también, hay mucho amor romántico. Con spicy incluido.
Porque, queda más que demostrado que, las relaciones sexuales son muy importantes dentro de cualquier relación sentimental. Pero, por ese mismo motivo, no debemos hacerlas de menos ni, en cierto modo, menospreciarlas, porque, esa intimidad repetida puede derivar en sentimientos de un cariz bien diferente... e incluso derivar en unas consecuencias que puede cambiarnos la vida. Como bien se indica aquí.
Pero, el amor puede ser sano o tóxico.
Y en este caso, los ex son los responsables de esa mala opinión inicial acerca del amor que tienen los protagonistas.
Así, Emily representa muy bien otro tipo de amor, el que se tiene por el poder, la fama y el éxito. Por los cuales estamos dispuestos a hacer de todo con tal de alcanzarla. Y sobre todo, con tal de mantenerla durante el mayor tiempo posible. Y relacionado con esto, se introduce el tema de la idealización que se tiene del famoso... de ahí que, cuando se deja de serlo. O no se es tal y como esperamos... lo abandonamos. Y es que asociamos fama y riqueza con felicidad. Cuando distan mucho de estar relacionadas entre sí.
Aparte de que la toxicidad por la fama es también similar a la envidia. Y por ahí parece que nunca vamos a tener suficiente y nos fijemos en la de los demás. Cuando todas las comparaciones son odiosas.
Pero Mark ejemplifica muy bien lo que es un amor mal entendido, hasta el punto tal de que su ex pareja tampoco viva, sino que sobreviva por el miedo a las represalias y las consecuencias que su toma de decisiones pueda acarrear para ella.
Quien bien te quiere, lo hace libre. Y te respeta y apoya en tu carrera profesional. Pero sobre todo, no te humilla ni te aísla de quienes están a tu alrededor. Porque eso, en realidad no era otra cosa que un reflejo de su inseguridad y masculinidad frágil. Un problema tras el cual se ampara más de uno para tener exactamente este mismo tipo de comportamientos y actitudes.
Un hombre tan peligroso y manipulador que, incluso juega con la culpabilidad y con el sentimiento de fidelidad y lealtad de ella para con él, para mantenerla atada a su vida. A pesar de que no la quiere. Pero, si él no es feliz, ella tampoco debe de serlo.
Y luego está el amor sano. El del par protagónico, aunque a veces van a trompicones porque los demonios que ambos cargan, en ocasiones, les pesan demasiado. Sin embargo, vuelve a quedar demostrado que, en las distancias cortas es donde realmente se conoce a una persona y sobre todo, que la comunicación es la base de cualquier relación. Y va asociada indisolublemente a la confianza. Porque, si falta una de los dos, los pilares se resquebrajan y aparecen malentendidos, discusiones e incluso rupturas que, en muchos casos, si no hay empeño e interés idéntico, no se podrán superar.
Pero, la comunicación es como el amor. Y por eso, hay que respetar los tiempos de cada uno. Y saber escuchar también. O estar dispuestos a esperar a que se cree el clima idóneo para que se realice.
Porque eso es síntoma de amor propio. Y solo queriéndonos bien a nosotros mismos, podremos hacer lo propio con los demás. Así seremos felices, en soledad y en pareja.
Antes de concluir, he de hacer un último comentario al respecto de la novela en la que subrayo el aspecto que, en mi opinión es el más flojo de la misma. Y es una escena en concreto que involucra a Kai, Caden y ella. Puedo entender que sea por el clima de la confianza e incluso por cumplir una fantasía, largo tiempo deseada.
Sin embargo, en mi opinión, no viene nada a cuento. Ni por el momento en el que se lleva a cabo, ni por el motivo, que no me terminó de convencer. Y sobre todo, porque no vi la suficiente química entre los tres como para que se decidiera a dar ese paso adelante entre ellos. Así que, he de confesar que me chirrió y descolocó bastante.
¡Nos leemos pronto!

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